Para algunos puede parecer algo descabellado, pero sí, es posible catar
(analizar organolépticamente) las inflorescencias de nuestra amada
Cannabis Sativa L. Y los pasos para hacerlo son los mismos que para la
cata de vino, con la añadidura del efecto final propio del THC y los
demás cannabinoides.
Paso 1: Análisis visual.
Aquí se valorará la presencia de una variedad. Debe estar bien
manicurada y sin restos de plagas u hongos. Por supuesto, el color es
una variable importante, para lo que se tendrá a la mano buena
iluminación, de preferencia luz solar o luz blanca artificial y un papel
color blanco para colocar el cogollo encima de él. También se valorará
la ausencia de semilla, aunque una planta fecundada puede estar buena,
es difícil que merezca ganar una copa. Una primera ojeada revela si ha
sido bien nutrida, o si, por el contrario, puede tener carencias o
excesos. Aparte de un buen secado, se valorará positivamente el curado,
lo que se puede apreciar por el tono más tostado que adoptan al ir
perdiendo la clorofila. Atender también a la presencia, como cruje y
como se deshace. Los buenos cogollos suelen ser densos y consistentes,
con cálices generosos, cubiertos de glándulas de resina. Cuando la
muestra no arde bien, suele ser indicio de un secado incorrecto que
raspa la garganta.
Paso 2: Análisis olfativo.
Puede empezarse oliendo el interior de la bolsita donde se guarda, a
continuación se extrae la muestra y se toman notas de las percepciones
olfativas que evoca. Apretar con los dedos un pequeño trozo y analizar
los aromas que desprende. Cuando se pasa el por el triturador, surgen
nuevos olores, normalmente más punzantes que los primeros. Por último,
la muestra emite distintos aromas al combustionarse.
Paso 3: Análisis gustativo.
Un truco para una primera valoración es guardar la muestra en un puño y
aspirar por un lado. También se puede liar un cigarrillo o preparar la
pipa y hacer unas inhalaciones en seco, sin encender. De esta forma se
puede hacer un primer juicio. A continuación, encender y apreciar el
sabor de las primeras caladas. Una hierba campeona debe ser exquisita
desde la primera calada hasta la última; por lo que en caso de
consumirla liada, se valorará la evolución, además de la persistencia de
los sabores al final de la muestra. Analizar si además de sus sabores
más evidentes, presenta retrogustos elaborados que dejen sensación de
plenitud. Atención a si se presentan gustos agradables en la boca, o si
por el contrario quedan matices alquitranados. Un sabor u olor químico
revela un exceso de fertilizantes.
Paso 4: Análisis del efecto farmacológico.
En este apartado se valoran las sensaciones provocadas por el contenido y
combinación de los cannabinoides. No solo hay que valorar la intensidad
de los mismos, sino también la duración. Hay muestras con efectos
súbitos de duración corta, mientras que en otras se manifiestan más
lentamente y tienen mayor permanencia. También hay hierbas cuyos efectos
se suman (efecto sinérgico), mientras que en otras no se puede pasar de
determinado techo, o incluso a producir embotamiento mental si se fuma
en exceso. En resumen, se trata de ver el grado en que te afecta,
durante cuánto tiempo y cómo es de agradable el efecto producido.
Fuente: cannabisperu.blogspot.com.es
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jueves, 21 de marzo de 2013
Cómo se hace una cata de marihuana
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