Es de suma importancia que aquellos individuos que no tienen la suerte de poder acceder con seguridad al cannabis (y que tampoco son capaces de cultivar su propia marihuana) consigan un suministro fiable y de calidad razonable.
No se ha evaluado de manera definitiva el daño potencial de los contaminantes y del cannabis de baja calidad, pero numerosos ingredientes potencialmente dañinos tales como vidrio molido y gravilla de construcción puede ser añadidos para aumentar el peso y tener graves consecuencias respiratorias con el uso prolongado.
Incluso aunque el mercado negro de cannabis estuviera libre de aditivos que aumentan el peso, los niveles de pesticidas y fertilizantes utilizados durante el cultivo pueden ser peligrosamente altos. Por todas estas razones, como primera opción, es siempre preferible que cada uno cultive su propio cannabis, a fin de garantizar que los productos químicos se mantienen al mínimo. De no ser así, una segunda opción es establecer una fuente de confianza lo más cercana posible del origen de la producción.
Mantener las fuentes de uno al mínimo garantiza la consistencia de la calidad y reduce, al mínimo, el riesgo legal.
Fuente: sensiseeds.com
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