Mientras termino de consumir la ultima extracción que he realizado de mi cosecha de Verde y ya llegando al final de mis días os voy a contar una historia de como fue mi lucha.
Yo era el menor de nuestra familia, eramos hormigas obreras que naciamos para trabajar, reproducir y morir. Poco más era nuestra vida. Mi padre poco pudo disfrutar de nosotros ya que su vida era trabajar, venir a casa comer y vuelta a trabajar, todo para que el rey de la comunidad nos diera nuestra racion de alimentos.
Yo no es que fuera un vago, pero tenia otras inquietudes y no aceptaba que mi vida estubiese programada. Muchas nalgadas me lleve y reprimendas, hasta que tube una edad y decidi marchar en busca de nuevas comunidades para conocer sus formas de vida.
En mi viaje me encontre con toda clase de seres y peligros. Tuve que esquivar a gigantes, huir de colonias de hormigas y correr a esconderme de depredadores feroces. Hasta que un día me encontre una pequeña colonia de hormigas donde nada más llegar me recogieron como un hermano más.
Sonaba música, iban a trabajar con otra cara, tenian horario por turnos y consumian una materia verde que ellos llamaban Verde y que decian que era el secreto de su felicidad. El primer día que la probe senti como mi cuerpo flotaba y todas las preocupaciones se diluian, empeze a recordar a mi familia y todo lo que los queria y hechaba de menos.
Pero habia encontrado una colonia donde asentarme durante un tiempo y aprender de ellos para luego trasladarlo a mi antigua colonia, con mi familia.
Aprendi como conseguir el preciado Verde y las diferentes formas de consumirlo, aprendi todos sus secretos y sus bondades. Aprendi a sanar y cuando empeze a dominar algo lo relacionado con el verde el lider (elegido democraticamente) me llamo para reunirnos en su casa.
En su casa me pregunto por todo lo que habia aprendido, en como habia vivido mi estancia en su comunidad. Me entro miedo ya que veia que queria que me fuera, pero andaba equivocado en su motivos. Me explico que el Verde habia que compartirlo con otras comunidades.
Que habia llegado la hora de que volviese a mi comunidad para compartir mis experiencias y mejorar sus vidas. Me advirtio que el camino no seria facil y estaria lleno de peligros.
Despues de una gran fiesta de despedida me proveieron de una gran cantidad de semillas de verde y de verde ya listo para consumir para el camino y para llevar a la colonia. Volveria a ver a mi familia, ¿como estarian? ¿me aceptarian?…
De vuelta a mi colonia me encontre un panorama bien diferente de donde habia vuelto, habian menos hormigas, todo estaba muy descuidado y la mirada de la gente era triste y cansada. Mayor fue la sorpresa cuando volvi a casa, fisicamente muy desmejorados, aunque felices por verme podia ver en sus ojos tristeza y amargura.
Mi padre estaba sentado comiendo, destrozado y dolorido por el trabajo, tenia la muerte sobrevolando su cabeza. Me contaron que habia tenido un accidente en el trabajo del que quedo dolorido y no le dieron dias de recuperación.
Rapidamente saque mis plantas y le prepare una crema que aplique en la zona dolorida, al mismo tiempo que se la di a consumir. Mi padre le cambio la cara y se levanto de repente, me abrazo y me dio las gracias, no lo olvidare nunca.
Con el paso de los días más hormigas empezaron a conocer las bondades del Verde, pero al jefe de la colmena no le hizo mucha gracia. Veia como la gente estaba feliz, hablaba, se divertia y lo mas importante y peligroso : “pensaba”. De inmediato el Verde comenzo a ser perseguido, era ilegal consumirla, venderla, cosecharla…
Pero unos pocos valientes continuamos haciendolo, muchos fueron encarcelados y obligados a duplicar horas de trabajo. Conmigo tenian miedo ya que no querían convertirme en un mártir. Cuando empezaron a notar que el consumo no hacía más que creecer optaron en ir a por mí. Había mucha gente que por miedo a las represalias cargaban contra los consumidores cuando en la privacidad de su hogar tambien lo hacían.
El Lider cometió un gran error y fue a realizarme un juicio público ante toda la colonia. Ese día se paralizó toda la actividad y todas las hormigas acudieron. Como era de imaginar no tube defensa ni oportunidad de defenderme y lo único que se me hizo fue juzgarme, la condena más grave que se habia aplicado: Condena de Muerte, querian ejemplizar y qué mejor que con el que había traído la alegría a la colmena. Pero cometieron un gran error, en ese momento comenzó la revolución, el pueblo estalló y nuestro lider fue derrocado y se tubo que exiliar junto a su cúpula de gobierno u ovejitas.
Eramos más consumidores de los que se esperaba, estaban conociendo una nueva vida, habian conocido la felicidad, disfrutaban de la vida y de lo que hacían y no estaba dispuesto a que nadie les quitara esa libertad.
Aunque me querian de lider rechacé el cargo y se convocaron nuevas elecciones. A partir de ese día la colmena era otra, mejorada, mas felices. Incluso hemos comenzado a evolucionar en metodos de trabajos, reparto de labores… Ahora pensamos y meditamos más.
No todo es gracias a lo Verde, pero gracías a ella hemos sabido lo importante que es ser libres y vivir como tales.
Fuente: gentefumeta.com
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