La policía de Carolina del Sur atrapó a un ladrón, de 19 años, por su presunto robo de cerveza, cigarrillos, bocadillos y bebidas energéticas en una tienda. Lo curioso de la operación es cómo se detuvo al delincuente: los agentes sólo tuvieron que seguir un rastro de un conocido aperitivo que el joven dejó desde el lugar del delito hasta su residencia, donde fue arrestado.
El gerente del establecimiento ha informado de que el ladrón sólo robó cosas por valor de unos 160 dólares, aunque causó daños en el local por un valor superior a 2.500 dólares. El delito se produjo en la madrugada del pasado 6 de enero, cuando Austin Lee Westfall Presler entró a robar en la tienda.
Mientras se abastecía de comida, advirtió la llegada de la Policía y decidió huir. Lo que se encontraron los agentes fueron Cheetos esparcidos por todo el suelo del almacen. Unas versiones apuntan a que el joven abrió hasta tres bolsas del aperitivo durante su robo; otras, que se rompieron involuntariamente al iniciar la fuga. En cualquier caso, había restos del conocido snack por toda la tienda, en el lugar donde el ladrón aparcó su coche y en la vivienda donde se alojaba.
Los agentes sólo tuvieron que seguir el rastro del ladrón a través de las migas del aperitivo. Puede que se trate de una de sus operaciones más fáciles del año.
Fuente: antena3.com
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