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viernes, 30 de noviembre de 2012

Noticias: El reverendo que vendía marihuana.

El reverendo que vendía marihuana.

El reverendo Shahrooz Kharaghani apenas sonrió, portando su gorrita religioso con los colores del arco iris desplegados en su cabeza, así se dejó ver cuando los auxiliares de Justicia se lo llevaron a la cárcel. Es que un juez lo condenó a tres meses por posesión de tres kilogramos de marihuana para la venta, con 6.397 dólares en ingresos, tras vender marihuana a dos agentes encubiertos.

Antes, Kharaghani, que tiene 32 años, les dijo a periodistas que nunca renunciará a fumar marihuana, una actividad que él considera como un sacramento. “Mi consumo continuado de cannabis … en reverencia, continuará”, dijo antes que fuera sentenciado el último lunes.

La Corte Suprema de Justicia de Ontario  dijo que aceptaba que Kharaghani, que vendía marihuana en la tienda de la iglesia, no estaba motivado por el lucro y hasta cree que sus actividades eran benignas. “Sin embargo, hubo gente que vivió probablemente en los alrededores y que no comparten sus puntos de vista”, dijo un miembro de la Corte.

Lo cierto es que Shahrooz Kharaghani estará en prisión preventiva dos meses y medio. El fiscal Nick Devlin había recomendado una condena para prestar servicios comunitarios por seis meses, y un arresto domiciliario entre uno o dos meses y alguna otra forma de servicio a la comunidad.

Pero el abogado de Kharaghani, George Filipovic, dijo a la audiencia durante la sentencia que el arresto domiciliario de su cliente significaría que el volvería a fumar para estar en comunión con Dios, lo que significaría violar una condición para “mantener la paz y mostrar buena conducta”.

Kharaghani y un co-acusado, ​​Pedro Styrsky, de 53 años, son los ministros en la Asamblea de la Iglesia del Universo, que tiene un estimado de 4.000 miembros en todo Canadá. Sus casos se remontan a 2006, cuando dos agentes encubiertos se unieron a la iglesia con nombres falsos para comprar marihuana allí.

La defensa de Filipovic estimó que la decisión del juez condena a la destrucción a dos religiones, a su cliente y a los rastafaris, que también hacen uso espiritual del cannabis. Incluso Filipovic dijo que su cliente está destinado a una vida dentro y fuera de la cárcel porque nunca renunciará a fumar marihuana.

La voz judicial, concluyó en que  “los miembros de la comunidad pueden estar convencidos  que los tribunales no permitirán a la gente establecer tiendas de conveniencia de drogas en sus barrios residenciales, ya sea bajo el disfraz de una religión o de otra manera”.

Visto en: Cultiva.me
Editado por: Irie Grow Shop 

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