La marihuana como una herramienta para estimular la mente.
La marihuana, como otras sustancias psicoactivas, se puede considerar una herramienta, una herramienta con el potencial para hacer de ella uso o abuso. Hay personas que abusan de la marihuana, por ejemplo, cuando están colocados constantemente para escapar de una realidad que, por alguna razón, no pueden afrontar.Pero, sin duda, también tiene un potencial uso positivo, no solo en términos médicos, sino también en términos de inspiración. Este aspecto, por obvio que pueda parecer, ha sido generalmente omitido por los partidarios de prohibir la marihuana, que se han centrado incesantemente en los aspectos relacionados con los riesgos y el abuso.
El segundo aspecto de la marihuana como una herramienta, sin embargo, es pasado por alto incluso por muchos consumidores de marihuana en los actuales debates sobre sus propiedades estimulantes de la mente, como el incremento de la creatividad: si consideramos que la marihuana es una herramienta, se hace evidente que podemos emplear todo su potencial solamente si antes adquirimos determinados conocimientos y habilidades.
Un consumidor experto de marihuana sabe cuánta cantidad necesita para tener un colocón cómodo –exactamente del mismo modo que un surfista sabe qué tipo de olas puede montar con garantías. También elegirá cuidadosamente la variedad a consumir y la ajustará a su experiencia sobre sus efectos cerebrales, así como a su entorno inmediato, exactamente del mismo modo que el surfista elegirá el tipo adecuado de tabla de acuerdo con su habilidad y con las condiciones del oleaje.
Si un surfista novato se mete en el agua en una playa hawaiana para montar olas altas y se mete en problemas, probablemente será presa del pánico –pero, con todo, no nos parecería que el pánico es un efecto típico del surf, ¿verdad? Solo significa que los surfistas novatos con poco criterio deberían tener más respeto, más conocimientos y más habilidades antes de salir a montar una ola.
Por supuesto, en nuestra sociedad actual hay una gran diferencia en cuanto al uso de una tabla de surf y el consumo de marihuana. La influyente campaña mundial de desinformación sobre la marihuana iniciada por el capo de la droga Harry Anslinger en la década de los treinta inventaba historias de terror sobre la marihuana y sus riesgos, y sembró una desinformación que sigue teniendo influencia en la actualidad.
El famoso poeta y escritor estadounidense Allen Ginsberg escribió:
…la mayoría de efectos y trastornos terroríficos descritos como características de la “intoxicación” de marihuana por parte de la Oficina de Narcóticos del Departamento Federal del Tesoro de los Estados Unidos son, muy al contrario, precisamente atribuibles a los efectos sobre la consciencia no del narcótico sino de la ley y las actividades amenazadoras de la propia Oficina de Narcóticos de los Estados Unidos. […] yo mismo sufro esta forma de paranoia cuando fumo marihuana, y es por ello que la fumo más raramente en los Estados Unidos de lo que la fumaba en países en que es legal.(“The Great Marijuana Hoax. First Manifesto to End the Bringdown” 1966)
Fuente: SensiSeeds
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