El cannabis vive su edad de oro
El cannabis gana terreno industrial, comercial y lúdico en España en lo que parece ser un sector que se expande ajeno a la crisis. Aumentan las ferias en torno al cáñamo. Un claro ejemplo llego el pasado mes de Septiembre al recinto ferial Ficoba de Irún (el País Vasco) con la primera edición de Expogrow. El certamen nace con un triple objetivo: reunir una feria de muestras, un festival musical y un foro internacional. Además cede su espacio a más de 200 expositores y exhibiciones de deporte extremo y arte urbano.Mueve millones de euros
A nivel económico, la cultura cannábica es un negocio con una buena cuota de mercado. En España hay unas 850 tiendas de productos relacionados con el cultivo de la planta de marihuana (grow shops). "Se generan millones de euros", afirma el catalán Sergio González, responsable de Expogrow y especialista de esta industria.
González recuerda que el sector se mueve por "autorregulación" debido a que no existe legislación específica. Recuerda que los clubes cannábicos (una cuarentena en 2011) están tipificados como clubes gastronómicos y las tiendas de semillas abren como establecimientos de venta de artículos de jardinería.
Solo el Movimiento Asociativo Cannábico de Autoconsumo (Maca) de Barcelona agrupa a 580 miembros, unos movidos por el consumo terapéutico, otros, por el consumo lúdico. Y todos mayores de edad. Según Spannabis, la empresa que organiza ferias en Barcelona, Madrid y Málaga, en 2010 había un millar de empresas españolas dedicadas al negocio del autocultivo, con una facturación de 50 millones de euros anuales. Personas que se han quedado en el paro se han aventurado a entrar en este sector como pymes y lo han engordado.
''Quien vende vino probablemente lo consume, pero no por eso ha de ser alcohólico''
No son un reducto de porreros. Estos locales de venta y autoconsumo los compara el director de Expogrow con una bodega de vinos: "Quienes los venden seguramente los consumen, pero por ello no han de ser alcohólicos".
Respecto al modelo holandés de coffee shops, recientemente modificado (se ha vetado el acceso a los no residentes para evitar el turismo de drogadicción), el sector tiene sus dudas. "Tiene sus defectos. Si el caso holandés se pudiera instaurar a nivel mundial, se eliminarían sus problemas", opina González. En Barcelona abrió el pasado mes de mayo el Hemp Museum, una extensión del Hash Marihuana Hemp Museum de Ámsterdam, promovido por el coleccionista Ben Dronkers. Se exponen pinturas y grabados sobre el uso del cannabis a lo largo de la historia, así como antigüedades, herramientas e instrumentos.
Más que sonido rastafari
La banda sonora cannábica es eminentemente hippie y reggae. Pero hay más, aparte de Lennon y de Bob Marley y sus pupilos rastafaris. Existen multitud de letras alusivas.
Expogrow incorpora en su programa los directos de algunos grupos y artistas que pueden considerarse amigos de la cultura cannábica. Es el caso de Marea y de B-Real de Cypress Hill. La banda ha hecho público en numerosas ocasiones su compromiso con la legalización de la marihuana.
El hasta ahora rapero Snoop Dogg (se ha cambiado el nombre por el de Snoop Lion) bautizó uno de sus temas Smokin Smokin Weed (Hierba para fumar); Manu Chao creó el Marihuana Boogie.
Filmes de culto
Las películas sobre marihuana (stoner movies) vienen de antiguo. Marihuana data de 1935. Una de las cintas consideradas de culto del género es de 1936: Reefer Madness. En Marijuana (1968), el cantante Sonny Bono pronuncia un alegato contra su consumo. Grass (1999) se enmarca en los documentales sobre la legalización.
Más contemporánea es la película El jardín de la alegría, de 2000, en la que sus protagonistas cultivan marihuana para pagar deudas. Homegrown (Cosecha propia), de 1998, refleja a unos traficantes torpes. Mr. Nice (2012) es el biopic sobre el traficante internacional de los setenta y ochenta Howard Marks. Referencias al porro aparecen desde Easy Rider (1969)hasta El Gran Lebowski (1998).
Ni publicidad ni tampoco lucro
No existe una regulación específica relativa a los clubes sociales de cannabis. La Federación de Asociaciones Cannábicas (FAC), entidad a nivel estatal, aconseja desde su web cómo crear uno de estos clubes. Recomienda que no se haga propaganda ni que haya lucro, pues son locales de consumo privado, algunos con bar y restaurante integrados. Tienen sus propias plantaciones y los socios dejan constancia de sus consumos para demostrar que en su interior no se trafica.
Fuente: 20minutos
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